¿Cómo será el Verano en Materia de Incendios Forestales?

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Una vez comenzada la campaña de incendios forestales en las Comunidades Autónomas, sino en todas en prácticamente todas,  publicamos, otro año más, la estadística que desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), en concreto desde la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal la información disponible sobre el número de incendios ocurridos desde el 1 de enero al 31 de mayo de este año 2017.

Se trata de datos provisionales, por tanto, no definitivos, pero que nos pueden servir para hacernos una idea de cómo está siendo el año en materia de incendios forestales en comparación con el año anterior (entre paréntesis los mismos datos para el año 2016) y prever cómo va a ser el verano que tenemos por delante… 

  • 6.119  siniestros (1.618)
    • 3.277 conatos (1.197)
    • 2.842 más de una hectárea (421)
    • 6 grandes incendios (0)
  • 38.199,69 ha de superficie forestal afectada (2.621,20 ha)

IDF.-NCF0126Estos datos, desde nuestro punto de vista, son alarmantes… prácticamente se ha multiplicado por cinco el número total de siniestros, la proporción entre conatos e incendios de más de una hectárea son similares cuando el año pasado la proporción era tres a uno y el número de grandes incendios, con seis  en lo que va de año, cuando a estas alturas del año pasado no había ocurrido ninguno no son buenos datos. Si hablamos de superficie, evidentemente, tiene que ser superior -a la fuerza- en función de los números indicados de siniestros, incrementándose con creces la superficie forestal afectada.

Creemos que hay poco más que decir, recordando que se tratan de valores para, tan sólo, los primeros cinco meses del año por lo que todo apunta a un mal año en materia de incendios forestales: una fuerte sequía que está provocando la existencia de mucho material combustible seco en los montes; olas de calor como la que estamos sufriendo en el momento que se publica esta entrada; seguramente poco trabajo selvícola desarrollado en los montes; escasa labor divulgativa y de concienciación desde las instituciones… 

Como escribíamos en otras entradas estos años de atrás «seguimos pensando que esta información nos debe hacer reflexionar sobre implicarse en políticas activas de prevención tanto desde el punto de vista forestal, con prácticas selvícolas adecuadas en los montes, como en actividades de educación ambiental a todos los niveles. En este sentido, podemos discutir si añadir el término ambiental es adecuado, término que en este caso, creemos, sí sería adecuado, para luego entrar en el debate de si la población en las zonas rurales está envejecida, si el monte no se aprovecha, etc.» Todas ellas verdad pero, independientemente de estos aspectos, las personas que, por negligencia o intención, provocan la quema del monte creemos que se fundamenta en un problema de respeto y es aquí donde la educación (ambiental) entra en juego.

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Dicho esto, también creemos que las políticas y dispositivos de extinción son necesarios, es más, son completamente necesarias; sin embargo, el número de incendios y las hectáreas calcinadas siguen siendo muy altas, por lo que  solamente cuando se consiga calcular el coste real y total de los daños que estos siniestros ocasionan nos daremos cuenta que es mucho más efectivo emplear el dinero en políticas de prevención y no de extinción.

 

Por último, para terminar esta entrada incluimos las recomendaciones que desde la Asociación Profesional de Agentes de Medio Ambiente de Las Palmas (AMAPAL) han presentado para como actuar ante un incendio forestal:

  • Si ve un incendio, llame siempre al teléfono de emergencias 1-1-2.
  • Observe la dirección del fuego y prevea rápidamente una vía de escape.
  • Si el foco es pequeño, trate de apagarlo batiéndolo con ramas, echándole agua o tierra. Si no es posible apagarlo, no corra ladera arriba, trate de alejarse bajando por las zonas laterales y en sentido contrario al viento.
  • Mantenga la calma, no corra, presentando atención al terreno que pisa.
  • Diríjase a zonas desprovistas de vegetación o ya quemadas. No huya hacia hondonadas o barrancos.
  • Vigile la dirección del viento y sus posibles cambios.
  • Si hay humo en la zona, tápese la boca y nariz con un pañuelo húmedo. Beba mucho líquido.
  • No intente atravesar a pie o en vehículo las zonas con fuego o humo, porque la falta de visibilidad puede hacerte sufrir un accidente.
  • Evite llamar por teléfono, a fin de evitar que se colapsen las líneas.

Esperando equivocarnos en lo que creemos será un pésimo año en materia de incendios volveremos a final de la campaña para contrastar y analizar los datos que nos muestra el MAPAMA, hasta entonces seguiremos disfrutando del monte…

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